¡Todos somos lunáticos!

Desde tiempos inmemoriales los pueblos han venido observando la influencia de los ciclos lunares sobre la conducta humana. Y así por ejemplo, forman parte de las tradiciones orales la existencia de “lunáticos”, para denominar a aquellas personas cuyas crisis de locura se acentúan durante la luna llena. Y si bien, existe ya certeza de que en algunas especies marinas la conducta es afectada por el ritmo lunar, en los humanos las evidencias científicas son aún débiles.

Un estudio muy bien controlado realizado en Suiza1, suministra evidencias por vez primera, de que el sueño de los humanos está influenciado por los ritmos lunares. Así, los investigadores reportan que el tiempo que tardamos en iniciar el sueño –la latencia del sueño-  disminuye durante el período de luna llena. Igualmente ocurre con la latencia del sueño REM, la proporción del sueño profundo y la calidad del sueño. Los niveles sanguíneos de Melatonina, una hormona nocturna que participa en la regulación del ritmo circadiano – de 24 horas – también disminuyen.

Si bien la fuerza gravitacional de la luna influye sobre el nivel de los mares y océanos, no ocurre así sobre pequeños lagos y lagunas, que tienen menor volumen de agua. De igual manera, no afecta la fase líquida de los humanos, aun cuando el agua constituye aproximadamente la mitad del total del peso del organismo.

Entonces… ¿Cómo se da esta influencia? La existencia de un reloj “circa-lunar” que representaría la internalización del ciclo geofísico lunar en los seres vivos, podría explicar esta acción. Así como  existen los relojes “circadianos”, muy bien caracterizados genéticamente en la actualidad, en algunas especias marinas el estudio genético de estos relojes “circa-lunares” está arrojando resultados sorprendentes. Por ejemplo, en los mosquitos adaptados a vivir en las orillas del Mar del Norte y Báltico –clonio marinus– cuya reproducción se da en los momentos de baja marea -luna nueva y llena- se ha demostrado la existencia de relojes endógenos circa-lunares controlados genéticamente. La ventaja evolutiva se da al anticipar la marea baja y sincronizar a esta la eclosión de los adultos, su rápido apareamiento y oviposición. Las hembras mueren al subir la marea.

clonio marinus

Mosquito clonio marinus hembra (sin alas) y macho 

A diferencia de estas especies cuya supervivencia de la especie depende de la anticipación de eventos ligados al ciclo lunar, en los humanos la existencia de tales ritmos es difícil de detectar. Los ciclos menstruales en las mujeres pueden estar relacionados a los ritmos hormonales y no a relojes circa-lunares. Las variaciones descritas de algunos  de los parámetros del sueño y de la estructura del mismo en asociación a la fase lunar pueden resultar de la modulación del sueño por tales relojes, lo que abre un campo interesante a investigar. De manera que, algo hay de cierto en la conseja popular y podríamos decir que en cierta forma  “todos somos lunáticos”.

Bibliografía:

Cajochen et al. 2013, Current Biology, 23:1485-87

Kaiser et al. 2011, BMC Genetics, 12:49-61